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Manuela Gorriti Zuviría
nació el 15 de julio de 1818, en Horcones (campamento fortificado situado en
Rosario de la Frontera, Salta). Pasó su niñez en el antiguo fuerte de
Miraflores, a orillas del río Pasaje (también llamado Río Juramento), donde su
familia poseía una estancia. Hija del general jujeño José Ignacio Gorriti y la
tucumana Felicita Zuviría, sobrina del célebre político y canónigo, también jujeño,
Juan Ignacio Gorriti.
Siendo su padre unitario, su familia
se vio obligada a emigrar a Bolivia durante el tiempo en que el poder en
Argentina estuvo hegemonizado por Juan Manuel de Rosas.
La escritora estudió y aprendió a
hacerse fuerte en el destierro. Se casó en La Paz sin pompas ni ostentación,
con el capitán Manuel Isidoro Belzú (hombre de temperamento vibrante e
impetuoso, que poseía un valor temerario y a quien no arredraban los peligros).
Su encuentro había sucedido en Tarija. Nacieron de esta unión dos niñas:
Edelmira y Mercedes.
Belzú abandonó su hogar y se puso a
la cabeza de un batallón.
Si bien Juana estaba en desacuerdo
con lo actuado por su esposo, porque iba contra sus principios, lo siguió a
Perú. Sin embargo, su compañero preparó un nuevo piquete para ponerse al frente
de un ejército con el propósito de derrotar al gobierno de su país. Entró
triunfante en La Paz y se proclamó Presidente de la República en el año 1848. Juana
quedó sola en Lima donde abrió una escuela mixta de educación primaria. Allí
tuvo origen su ya famoso salón literario que congregó a las personalidades más
sobresalientes. Sus cuentos y novelas fueron publicados y difundidos en Chile,
Colombia, Venezuela y Argentina y -luego de la caída de Rosas-, también en
Madrid y París.
Belzú fue muerto en los trágicos
sucesos del 26 de marzo de 1865, su cadáver fue ultrajado y abandonado en el
primer piso del Palacio, hasta que su esposa Juana Manuela Gorriti se presentó
para reclamarlo.
Ante estos trágicos sucesos, la
escritora traza una línea al pasado y lo despide con elocuentes palabras:
"El 27 de marzo de 1865, dos días después de la fecha de la carta de Ud.,
Belzú, mi marido, el hombre que enlutó mi destino entero, vencedor de un
combate en el que el pueblo derrotó al ejército, fue asesinado por el general
que mandaba éste. Vinieron a decirme que Belzú había caído atravesadas las
sienes de un balazo, y yo corrí en medio del combate; llegué hasta donde yacía
el desventurado ya cadáver, lo levanté en mis brazos y en ellos lo llevé a
casa: a ese hogar que él había abandonado tanto tiempo hacía! Con mis manos
lavé su ensangrentado cuerpo, y acostándolo en su lecho mortuorio, lo velé y no
me aparté de él hasta que lo coloqué en la tumba. La misión de la esposa
parecía ya acabada; mas he aquí el pueblo que me rodea y me pide más: me pide
que lo vengue. Sí: lo vengaré con una noble y bella venganza, haciendo triunfar
la causa del pueblo que era la suya".
En 1874 se estableció en Buenos
Aires, donde se dedicó a recopilar e imprimir su producción y a escribir
relatos autobiográficos, como el texto titulado "Lo íntimo", editado
luego de su muerte, acaecida en Buenos Aires, en 1892.
En 1879 regresa a Lima donde fallece
su hija Mercedes. Entre 1880 y 1886 decide pasar sus días alterando entre Lima
y Buenos Aires. En 1886, anciana y enferma regresa desde Buenos Aires a Salta
en ferrocarril, acosada por el presentimiento de la muerte, para visitar los
escenarios de su infancia.
Juana Manuela Gorriti se ha hecho
célebre no sólo por su vida llena de vicisitudes y por su innegable valor como
literata, y por ser en su madurez una política progresista sino por su
interesante libro de arte culinaria llamado "La cocina ecléctica",
tal libro además del valor gastronómico, actualmente tiene un gran valor
documental ya que aporta muchas recetas folclóricas argentinas, de otros países
latinoamericanos e incluso cocina europea de su época.
Sus restos descansan en el Panteón
de los Glorias del Norte, en la Catedral de la ciudad de Salta.
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