Dolores
Mora Vega, conocida
como Lola Mora, nació en El Tala, Provincia de Salta, el 17 de noviembre de
1867. Era hija de Romualdo Mora y Regina
Vera, quienes tuvieron siete hijos, tres varones y cuatro mujeres.
Fue una artista argentina dedicada a
las artes. Estudió dibujo y pintura en la escuela de Bellas Artes de Tucumán y
más tarde, por medio de una beca, en Buenos Aires.
En 1897 viajó a Europa y se
introdujo en los círculos de los mejores maestros y escultores, perfeccionando
sus técnicas. En Roma abrió su propio atelier donde se reunían artistas e
intelectuales de Italia, Francia y Alemania; su nombre empezó a ser reconocido
y adquirió fama de gran artista.
Cinceló bustos, modeló
bajorrelieves, trabajó febrilmente: su nombre se impuso en Europa, pero Lola
deseaba que su obra fuera conocida también en su país. Ofreció la "Fuente
de las Nereidas" - que representa el nacimiento de Venus - inspirada en la
mitología griega, lo que le generó el primer escándalo como escultora. Buenos
Aires la condenó, la agredió, sufrió oposición, críticas y rechazo. Los
sectores conservadores consideraron la obra inmoral, por la desnudez de las
figuras.
En todas sus obras la artista
manifestó una fuerza creadora, ardiente, transgresora, que escandalizó a una
sociedad prejuiciosa, que no supo ver la calidad y la sensibilidad que en ellas
expresaba. Muchas de sus obras fueron destrozadas antes de ser inauguradas y
otras terminaron en un depósito municipal.
Cuando contaba con cuarenta años de
edad contrajo matrimonio con un hombre veinte años menor que ella, Luis
Hernández Otero, quien la abandonó cinco años más tarde. A la familia del novio no le agradaba la idea
de ver a su hijo casado con una mujer que podría ser su madre. Tanto en el acta
civil como en la religiosa, Lola Mora figura con una edad de treinta y dos
años. Un rumor le atribuyó una relación
amorosa con su amigo el ex -presidente Julio Argentino Roca.
Paisajes, retratos, esculturas,
todas obras de singular belleza: su talento y su infatigable inspiración han hecho
de Lola Mora la primera mujer escultora del Rio de la Plata. El dolor y el
ostracismo porteño no la amilanaron, siguió con entereza y pasión volcándose en
su obra.
Cuando dejaba de lado la escultura,
incurría en otros campos. Fue inventora y urbanista: en Roma, proyectó la
construcción de su casa; en Buenos Aires, diseñó planos para hacer el Primer
Proyecto de Subterráneo y un túnel subfluvial, otro para el tránsito de
tranvías y peatones; participó como contratista en el tendido de rieles del
Ferrocarril Transandino del Norte, en Salta.
Fue pionera de la Minería
Nacional. A los 60 años, viviendo en
Salta, se dedicó a extraer aceites lubricantes de las montañas, para usarlo
como combustible. Pero tal emprendimiento
sólo le trajo pérdidas. Lola Mora participó también como contratista en la obra
del tendido de rieles del Ferrocarril Transandino del Norte, más conocido como
Huaytiquina, por donde hoy transita el mundialmente famoso Tren a las Nubes, en
la Provincia de Salta.
A pesar de no ser conocida por sus
inventos, Lola Mora obtuvo varias patentes. Entre sus creaciones se destacaron
algunas ideas para la exploración minera, un sistema para proyectar películas
de cine sin pantalla (utilizando una columna de vapor) y un sistema de
cinematografía color basándose en la iridiscencia de las emulsiones oleosas
sobre el celuloide. Aunque su idea estaba bien encaminada, la falta de una base
científica adecuada hizo que su idea no se pudiera concretar en la práctica.
Lola Mora murió en 1936,
extremadamente pobre, a los 69 años.
Mora que quedan. Se encuentra alguna
escultura en Salta, Tucumán, Jujuy, Mendoza, algunos grupos funerarios en el
cementerio de la Recoleta y el busto de Sáenz Peña en la Casa de Gobierno.
El Congreso de la Nación dispuso en
1998, el día de su natalicio como "Día Nacional del Escultor y las Artes
Plásticas", reconociendo a Lola Mora como una genial escultora.
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